Mi experiencia con las tortugas de tierra
Mi experiencia personal con estos hermosos animales dura ya más de 20 años con tortugueras carrefour. Me regalaron mi primera tortuga a una edad temprana y desde entonces he desarrollado una pasión por estos reptiles que persiste hasta hoy. A continuación hablaré de todo lo que he aprendido a lo largo de los años, esperando que sirva de ayuda a los que no tienen mucha experiencia, o al menos para dar mi aportación a aquellas personas que siempre están buscando nuevos consejos.
Los terrarios son entornos especiales en los que puede tener tortugas si quiere tenerlas en casa. Un terrario para tortugas de tierra es indispensable para proporcionar a estos reptiles seguridad y protección, ya que son animales especialmente dóciles e indefensos.
Tortugas de tierra y turba
Las tortugas necesitan un lugar muy espacioso con la humedad adecuada. El sustrato debe ser lo suficientemente profundo para que la tortuga pueda cavar para refugiarse, hibernar y veranear, y debe consistir en tierra, arena, arcilla o turba.
La elección del suelo en este caso es muy importante. Lo ideal es una mezcla de tierra, turba y arena. La turba es un depósito formado por restos vegetales empapados de agua que no pueden descomponerse completamente debido a la acidez del medio.
Gracias a estas propiedades, la turba es capaz de mantener el equilibrio de humedad adecuado, necesario para la salud de las tortugas. La arena, en este caso, es útil para contrarrestar la humedad de la turba y dar al suelo el equilibrio adecuado gracias a sus propiedades de regulación de la temperatura y de drenaje. Un exceso de humedad puede provocar la aparición de moho y bacterias, mientras que un entorno demasiado seco es inadecuado para la salud del animal.
En la naturaleza, estos reptiles viven en bosques, arboledas, maleza y vegetación baja. Es un hábitat complejo, formado por tierra, luz solar, hierba y arbustos. En general, siempre es preferible el espacio exterior. Es posible colocar el terrario en el jardín, en la terraza o en el balcón. Un terrario interior es indispensable para los meses de invierno, durante los cuales las tortugas hibernan y son más vulnerables.
Debido a las plantas exóticas, a otros animales domésticos, al espacio limitado disponible y al clima diferente, muy a menudo nuestros entornos no son siempre el lugar ideal para mantener a las tortugas, pero con algunos trucos y un poco de esfuerzo podemos intentar recrear un entorno acogedor que se adapte a las necesidades del animal. La primera regla, por tanto, es la siguiente: el espacio dedicado a nuestra tortuga debe imitar al máximo su hábitat natural.
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