DERMATITIS ATÓPICA EN PERROS - ¿CÓMO RECONOCERLA?
La Dermatitis Atópica Canina atópica es una enfermedad bastante común en los perros. Afecta a alrededor del 10-35% de los perros y, después de la dermatitis alérgica causada por las pulgas, es la causa más frecuente de picor en nuestros amigos de cuatro patas.
Se trata de una enfermedad dermatológica caracterizada por una reacción inflamatoria provocada por determinados alérgenos ambientales. Los alérgenos más comunes son los ácaros del polvo, el moho y el polen.
Suele empezar pronto, cuando el perro tiene entre 3 meses y 6 años, y puede presentarse inicialmente como un problema estacional, pero luego se vuelve crónico y aparece durante todo el año. En los casos de dermatitis atópica suele haber una predisposición hereditaria y ciertas razas, como los pastores alemanes, los labradores, los bóxers, los bulldogs franceses y los terriers, se ven más afectadas.
Los animales afectados presentan picores de intensidad y localización variables, a menudo acompañados de rinitis, estornudos y conjuntivitis.
El tratamiento suele ser largo y no siempre resuelve el problema. Lo ideal sería eliminar el alérgeno en cuestión de forma permanente. Si esto no es posible, se puede recurrir a la terapia sintomática o a la inmunoterapia: en el primer caso, se recetan al perro fármacos sistémicos para ayudar a controlar la inflamación y el picor; la inmunoterapia consiste en inyectar repetidamente pequeñas dosis del alérgeno para desensibilizar gradualmente al animal.
DERMATITIS POR PULGAS EN PERROS: ¿QUÉ ES?
La dermatitis por pulgas está causada por la picadura de parásitos de pulgas. Cuando la pulga pica al perro, libera una pequeña cantidad de saliva, que puede provocar una reacción alérgica en perros susceptibles.
La zona afectada por la picadura de la pulga está húmeda, roja y con picor, a veces con pelo roto o ausente. La gravedad de los síntomas está estrechamente relacionada con el grado de hipersensibilidad del animal y, en casos graves, el cuadro clínico puede incluir la formación de pápulas, eritema, piel engrosada e hiperpigmentación cutánea.
Las complicaciones debidas a las infecciones bacterianas y a la foliculitis son, por desgracia, frecuentes. Los remedios para la dermatitis por pulgas deben incluir, obviamente, la eliminación definitiva del parásito. El consejo es elegir un antiparasitario que sea eficaz tanto en el perro como en su entorno, para interrumpir el ciclo vital de la pulga y evitar nuevas infestaciones. La terapia sintomática para controlar el picor y el tratamiento de las infecciones secundarias pueden ser útiles.
La dermatitis en los perros suele ser una fuente importante de molestias para nuestros amigos de cuatro patas. Afortunadamente, hay una serie de tratamientos y normas de comportamiento para frenar o al menos contener este trastorno. Sin embargo, es importante consultar al veterinario lo antes posible para que pueda hacer un diagnóstico preciso y ofrecer el tratamiento más adecuado.
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