Camas nido, ¿en qué fijarte para acertar en tu compra?

Una de las cosas que más llama la atención de este tipo de camas es que dentro de una misma se puede guardar la otra para que los niños disfruten de mayor espacio. Existen camas nido que también tienen la estructura de un sofá cama.

En estos últimos casos la cama de abajo quedará oculta dentro de un cajón y se abrirá solamente cuando haga falta. Es ideal, pues nos permitirá recibir visitas sin ocupar un espacio adicional mientras no la necesitemos.

A diferencia de lo que se piensa, estas camas no son objetos modernos, su origen viene desde la Edad Media y se empleaban para que los criados cuidarán el sueño de sus amos.

Pueden soportar hasta 150 kg de peso, y se puede instalar por ambos lados. Las medidas de estas camas son perfectas y son bastante cómodas. Una cama nido puede medir entre 180, 190 y 200 cm de longitud, con un ancho de 80, 90 o 105 cm. Los modelos que son más comunes tienen 90 cm de ancho para la cama principal y 80 cm para la cama inferior.

Características con las que debe contar una cama nido

Como mencionamos anteriormente, las camas nido pueden presentarse de varios tamaños, pero estas cuentan con características especiales que no debemos pasar por alto. Si tienes alguna duda sobre este tema puedes complementar esta información, leemos aquí cuáles son los motivos que te damos para comprar una cama nido y algunas claves para escogerlas sin equivocarte.

Opta por las camas que son fabricadas con tableros en melamina, ya que este es un material que se emplea en la mayoría de estas camas porque es bastante resistente y no se deteriora con los productos de limpieza.

• Una de las cualidades que debes tener al comprar esta cama, es que la puedas mover de forma fácil para que la limpieza debajo de ella sea mucho más sencilla.


• Es importante también que escuches la opinión de tus hijos porque ellos serán los que van a utilizar esta cama y la que va a formar parte de su dormitorio. Pregunta sobre el modelo que les gusta más.


• Las medidas de los colchones es otro punto importante que debes analizar. Recuerda que la cama inferior siempre será más pequeña que la superior y por eso debes comprar colchones de distintas medidas. Ten mucho cuidado con esto.


• Escoge un colchón que sea transpirable. Aquellos que tienen un tejido diseñado para lograr una óptima transpiración evitaran los malos olores en la habitación y además evitara que se llenen de ácaros o de humedad.


• Los colchones que compres deben ser de buena calidad, pues los que vienen con estas camas suelen ser bastante baratos, pero también son muy suaves, ya que son fabricados en goma espuma. Escoge un colchón de marca reconocida que te dé confianza y comodidad.


• Los somieres deben tener entre 16 o 20 láminas de madera para que los niños tengan un buen descanso y además esto ayudará a que el colchón se mantenga estable y dure mucho más tiempo en perfectas condiciones.


• Existen somieres que incluyen cajones para guardar cosas. Si tienes dinero suficiente permite que esta cama incluya un cajón para guardar juguetes, sábanas o ropa de dormir, también son importantes para guardar la ropa de temporada.


• Analiza bien las medidas para que los chicos se encuentren cómodos arriba y abajo de ella. Compra una cama que tenga la estatura acorde a tus hijos y donde sepas que ellos van a estar siempre cómodo.

Puedes personalizar estas camas de muchas formas para que logre encajar de forma perfecta con el estilo del dormitorio.