Pijamas polares, el mejor confort para andar por casa

Cuando llega el frío una de las sensaciones más agradables es poder gozar del confort de casa. Llegar del trabajo y ponerse cómodo para realizar tareas de la casa o bien relajarse en el sofá leyendo una novela placentera. Este ponerse cómodo se trata de poder quitarse los zapatos y toda la ropa, incluso la ropa interior y las camisetas interiores, sean o no térmicas. Por comodidad y por sano, es la mejor opción. Seguidamente nos ponemos un pijama polar, que nos mantiene el cuerpo en una temperatura fantástica. Es el placer de andar por casa con una temperatura que puede estar entre los 18 y los 22 grados centígrados. Los grados que te faltan para estar cómodo y a gusto, son los que te proporciona el pijama polar. Incluso hay quien le gusta aún tener más calor corporal y por esta razón no solo lleva un pijama polar, si no que también se pone una bata polar. En este caso hay de diferentes tipos, larga, corta, cremallera, botones, etc. Todos los modelos tienen su defensores y sus detractores, sin embargo nadie pone en duda su eficiencia. 

En definitiva, nuestra recomendación por los pijamas polares para andar por casa es clara. Otro debate es su uso para dormir. En este caso su función de mantener el cuerpo a buena temperatura lo sigue realizando, sin embargo hay quien no le gusta la sensación del pijama puesto y el contacto con sábanas, mantas o el nórdico. Por esta razón en este caso no nos atrevemos a afirmar que es mejor dormir con pijama o sin pijama. Dependerá de cada persona, de la temperatura del piso o la casa y otros condicionantes.