¿Cirugía bariátrica? Invierte en ella, pero con inteligencia

Visto en profundidad, lo que parecería obvio (que es necesario sanar, porque de lo contrario no es posible trabajar ni disfrutar de la vida) se vuelve complicado cuando al enfrentar la disyuntiva de pagar o no una atención médica o cierto tratamiento costoso, nos preguntamos si es egoísta o irresponsable invertir ese dinero en el propio cuerpo.

La duda, que en el fondo proviene de un conflicto de autovaloración tiene, frente a todas las consideraciones posibles, una sola respuesta y esa es, que siempre es válido y será una prioridad atender la salud.

Por otra parte, estimar cuál será el gasto para un tratamiento médico no es sencillo: variará en función de factores como la clínica que se elija, la calidad de los materiales que se empleen en la intervención y los honorarios médicos.

Sin embargo, por el grado de complejidad y responsabilidad que implican, rara vez estos tratamiento son económicos y negarse a recibir atención puede derivar en el agravamiento de la salud o desencadenar en una muerte evitable.

Buen ejemplo de los servicios en que nunca debes escatimar el costo son tratamientos como la cirugía de manga gástrica, que consiste en extraer parte del estómago (lo que incluye la zona donde se produce la hormona del apetito). De este modo, por medio de un procedimiento que acota el espacio en que se almacenan los alimentos, pero también de un cambio inducido a nivel metabólico, pacientes con obesidad mórbida consiguen perder entre un 35% y un 90% del excedente de peso. Lo anterior se lee maravilloso y en la práctica cambia de manera muy positiva, siempre y cuando la operación sea realizada por un especialista en una clínica certificada.

No obstante, sin importar lo que se diga en la publicidad y las fotos del “antes y después” que te muestren en el consultorio, la aptitud del cirujano bariatra debe ser comprobable a través de una cédula profesional, el respaldo de años de experiencia y los testimonios reales de pacientes que hayan pasado por su consultorio. Estos y no otros, son los parámetros que debes evaluar para saber si someterte a determinado tratamiento es una buena inversión o un peligro.