¿Por qué elegir suelos que puedan ser fácilmente pulidos y abrillantados?

¿Cómo elegirlo?

Aunque lo neguemos, el precio influye, pero hay otros detalles más importantes. En el caso del gres, es bastante utilizado por su reducido precio y las diferentes opciones que ofrecen. El material con el que se realiza es la arcilla, a la que se le añade un esmalte con el fin de dar mayor resistencia, impermeabilidad y dureza. También puedes obtenerlo con un acabado rugoso, usado principalmente en exteriores. Si hay algo negativo que añadir a este tipo de suelos es que, en caso de abolladura, la capa inferior del esmaltado sería fácilmente diferenciable, ya que es de diferente color.

En cuanto al porcelánico esmaltado, tiene más calidad que el anterior debido a la dureza del material con el que se realiza. Si buscas un suelo o azulejos resistentes, baja porosidad y que pueden volver a lucir como el primer día gracias a tratamientos nada costosos como pulidos y abrillantados, este es el tuyo. Además, puedes adquirir porcelánico imitación madera o piedra natural, entre otros.

Otras opciones son los suelos vinílicos o las moquetas, aunque el uso de esta última no está demasiado extendido, pues son difíciles de limpiar y no son aconsejables para todas las zonas. Si bien es cierto que aportan una estética diferente en el hogar, por lo que pueden usarse en determinadas zonas de la casa, como dormitorios. Respecto a los suelos vinílicos, es buen aislante térmico, fácil de limpiar y reemplazar, pero su aspecto no es demasiado natural.

Tras analizar algunos de las posibilidades existentes, optar por un suelo que ayude a conseguir un bonito conjunto en la decoración y que no se estropee fácilmente o pueda volver a tener el aspecto del primer día con pulidos y abrillantados es la mejor opción para mantenerlo por mucho tiempo.