La vestimenta de un profesor

Llegaron las clases y abres el armario y exclamas desesperadamente: 

"¡No tengo nada que ponerme! 

Pues ha llegado la hora de revisión, colgador por colgador, todo el armario de invierno acaba de regresar a su lugar y no, no fue una impresión, realmente no encuentro lo mandilones infantiles personalizados ni nada que se ajuste a mi labor como docente. 

Así que es mejor hacer un balance de la situación.

La ropa de un profesor es un tema delicado, especialmente para mí, que a menudo, demasiado a menudo, se confunde con un estudiante. 

Cuando entro en una nueva clase mi aparente edad es objeto de acalorados debates que, por muy agradable que sea confundirla con una de veinticinco años, también me hacen sentir un poco incómodo. 

Y me hacen pensar.

Lo que no quiero en absoluto es que me evalúen y subestimen por mi apariencia. 

Así que cuando me preparo para salir por la mañana, siempre trato de adivinar el estilo correcto a adoptar. 

El respeto de los estudiantes no se gana con la ropa y la autoridad se adquiere a través de la experiencia, pero un guardarropa adecuado ayuda .... si nada más permite que un enano como yo se destaque de los alumnos y no sea confundido por uno de ellos por el propio personal de la escuela.

En el armario de una joven profesora deben estar prohibidos los vaqueros, que son tan uniformes como un estudiante, pero ¿cómo renunciar a la comodidad y practicidad de una prenda que me permite sentirme siempre a gusto? 

Luego elijo modelos rectos y serios con una colada oscura, y los combino con una chaqueta azul que ayuda a distinguir mi estilo del de los estudiantes.