Un ensayo de teatro con bocaditos dulces y salados

Un ensayo de teatro con bocaditos dulces y salados
Hace un año, más o menos, que me dedico a hacer teatro amateur. Siempre fue mi gran pasión, desde muy niña soñaba con actuar en un teatro. Y gracias a esta oportunidad que se me presentó por casualidades del destino, estoy asistiendo a un taller de teatro; y no solo es que esté aprendiendo técnicas de actuación, expresión corporal, improvisación, sino que ya he tenido la gran suerte de participar en alguna que otra obra de teatro amateur. 


Un día, estábamos ultimando los ensayos para la próxima actuación y con las prisas habituales de mi vida, me olvidé de llevar un tentempié para sobrellevar 4 horas de ensayo del tirón. 


En Madrid, todo está más o menos lejos, como ocurre en todas las grandes ciudades; pero ese día tuve suerte, primero, porque la obra nos salió muy bien, un premio a nuestro esfuerzo y entrega, y segundo, porque muy cerca de la sala donde teníamos el ensayo, había una pastelería industrial; ¡una pastelería industrial en Madrid! a solo tres pasos de donde nos encontrábamos. Díganme ¿es suerte o no es suerte?


Así que me dirigí a la fábrica de pastelería, que ya solo con el olor que se respiraba, el apetito se hacía más y más grande, elegí unos cuantos bocaditos salados y otros dulces de varios sabores, chocolate, vainilla y fresa; y en menos de 10 minutos, ya estaba de vuelta; hicimos un pequeño descanso, y después de ese momento de compartir esos deliciosos bocaditos, unos refrescos y algunas risas, volvimos al trabajo con mucha más alegría y energía.


Las pastelerías industriales de Madrid, y de todas las ciudades de España, tienen el don de hacernos pasar un buen rato, al saborear esas delicias que solo los obradores de las fábricas de pastelería saben elaborar. Una pausa, un descanso con los amigos, compañeros de trabajo o con la familia; un momento de conversación y risas entre todos y junto a una bandeja de pasteles, bocaditos dulces y salados, o los postres típicos de cada comunidad.


Los productos que salen de las fábricas de pastelería son capaces de transformar un semblante cansado y agotado, en un gesto de felicidad y una gran sonrisa con cada bocado que saboreamos en el paladar.


Y es que ¿qué sería de nosotros sin el placer de llevarnos a la boca, los pasteles, las tartas, las galletas para el desayuno, o los bocaditos salados para la merienda? Estoy segura que no sería lo mismo ¿no creen?

FECHA: a las 15:25h (535 Lecturas)

TAGS: pasteleria industrial en madrid, fabricas de pasteleria

EN: Alimentos