Se descifra el ADN del Alzheimer

Se descifra el ADN del Alzheimer
Avance Histórico en Neurogenética: Descifrando el Enigma del ADN en el Alzheimer

Durante décadas, la comunidad científica se enfrentó a un dilema estructural en la comprensión del genoma humano: mientras que el 2% del ADN contiene las instrucciones para fabricar proteínas, el 98% restante permanecía en la sombra, calificado frecuentemente como "ADN basura". Sin embargo, un estudio pionero de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sydney), publicado recientemente en la revista Nature Neuroscience, ha logrado desentrañar cómo esta vasta región inexplorada contiene las llaves maestras que regulan el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.


Este hallazgo no solo desafía la terminología tradicional, sino que identifica mecanismos de control genético hasta ahora invisibles. Los investigadores han descubierto que este segmento del genoma actúa como un complejo sistema de gestión, albergando "interruptores" bioquímicos que determinan cuándo y con qué intensidad se activan los genes vinculados a la neurodegeneración. Este avance representa un cambio de paradigma en la neurología molecular, desplazando el foco de los genes mismos hacia las regiones que los gobiernan.


Hay que recordar que el Alzheimer es una de las causas por las que las familias comienzan a buscar residencias de mayores en España. Ya que esta enfermedad causa una dependencia muy aguda, sobre todo en los estadios más avanzados.


La Importancia de los Astrocitos en la Patología del Alzheimer


El estudio se centró específicamente en los astrocitos, un tipo de célula glial con forma de estrella que desempeña un papel de soporte vital para las neuronas. Históricamente, la investigación del Alzheimer se ha focalizado en las neuronas; no obstante, la evidencia actual sugiere que el mal funcionamiento de los astrocitos es un factor determinante en el progreso de la enfermedad. Estas células regulan el flujo sanguíneo, suministran nutrientes y mantienen el equilibrio químico del cerebro.


Al investigar los astrocitos humanos, los científicos de la UNSW Sydney pudieron observar cómo los interruptores genéticos dentro del ADN no codificante dictan el comportamiento de estas células de soporte. El equipo demostró que los segmentos intermedios del ADN controlan genes clave para el funcionamiento cerebral.1 Si estos interruptores fallan, la capacidad de los astrocitos para proteger y nutrir a las neuronas se ve comprometida, acelerando los procesos inflamatorios y la acumulación de placas características del Alzheimer.


Metodología de Vanguardia: CRISPRi y Secuenciación Unicelular


Para identificar los elementos funcionales dentro de la inmensidad del genoma, el equipo liderado por la Dra. Nicole Green utilizó una combinación de tecnologías disruptivas: CRISPRi (interferencia CRISPR) y secuenciación de ARN de una sola célula. A diferencia del CRISPR convencional, que actúa como unas "tijeras moleculares", la técnica CRISPRi permite desactivar secciones específicas del ADN de forma reversible y sin realizar cortes en la cadena, lo que preserva la integridad del material genético durante el experimento.2


Mediante este enfoque, los investigadores evaluaron casi 1,000 posibles interruptores genéticos en un solo gran experimento. La secuenciación de ARN unicelular permitió medir con precisión milimétrica cómo la desactivación de cada interruptor afectaba la actividad de los genes en células individuales. Esta metodología permitió filtrar el ruido genético y reducir el número de candidatos de mil a 150 interruptores funcionales, proporcionando un mapa de alta resolución del "diagrama de cableado" genético que regula los factores de riesgo del Alzheimer.


El "Diagrama de Cableado" y el Recurso para la Medicina Genómica


La profesora Irina Voineagu, supervisora del estudio, destaca que los resultados ofrecen un recurso de valor incalculable para interpretar investigaciones genómicas previas. Hasta ahora, cuando los científicos buscaban cambios genéticos vinculados a enfermedades complejas como la hipertensión o el Alzheimer, a menudo encontraban variaciones en las regiones intermedias del ADN, pero carecían de la capacidad para explicar su función. Este estudio finalmente otorga significado a esas regiones "gris" del mapa genético.


Comprender este entramado de control es esencial porque revela que la enfermedad no siempre se debe a un gen defectuoso, sino a un interruptor mal calibrado. Al identificar qué interruptor controla qué gen, la ciencia puede empezar a explicar por qué ciertas personas con predisposición genética desarrollan la enfermedad y otras no. Este mapa de interacciones en los astrocitos humanos es el primer paso para descifrar las instrucciones operativas que mantienen la salud cerebral o desencadenan la degeneración.


Inteligencia Artificial y la Evaluación con AlphaGenome


Uno de los aspectos más innovadores de esta investigación es su sinergia con la Inteligencia Artificial (IA). El conjunto de datos resultante de los 150 interruptores identificados se está utilizando para entrenar y validar modelos predictivos de aprendizaje profundo. Concretamente, el equipo de DeepMind de Google está empleando esta información para evaluar su modelo AlphaGenome, diseñado para predecir la función de diferentes segmentos del genoma.


La capacidad de la IA para predecir qué interruptores son reales y funcionales podría acelerar drásticamente la investigación genómica global. Al alimentar a estos modelos con datos experimentales verificados, como los obtenidos por la UNSW Sydney, la precisión de las predicciones sobre riesgos genéticos aumentará exponencialmente. Esto permitirá a los investigadores de todo el mundo identificar rápidamente regiones diana en el ADN para otras patologías, ahorrando años de experimentación en laboratorio y optimizando la búsqueda de dianas terapéuticas.


Hacia la Medicina de Precisión y la Terapia Génica Controlada


Aunque el desarrollo de fármacos basados en estos hallazgos se encuentra en una fase temprana, las implicaciones para la medicina de precisión son profundas. Dado que muchos de los 150 interruptores identificados son activos únicamente en tipos celulares específicos, este descubrimiento abre la puerta a terapias génicas "inteligentes". En el futuro, se podrían diseñar tratamientos que activen o desactiven genes específicamente en los astrocitos sin afectar a las neuronas o a otras células del organismo.


Este nivel de especificidad reduciría drásticamente los efectos secundarios de los tratamientos neurológicos. Como concluyó la Dra. Green, el objetivo final es encontrar formas de manipular estos interruptores de manera controlada para restaurar la función celular normal. La identificación de estos componentes reguladores nos acerca a un escenario donde el tratamiento del Alzheimer no sea una solución genérica, sino un ajuste preciso del sistema de control genético de cada paciente, devolviendo al cerebro su capacidad natural de autoprotección.


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EN: Bienestar