La chatarrería, un negocio muy rentable transformado a sí mismo

Lo que durante toda la vida se ha proyectado como un negocio humilde, propio de los barrios de la periferia de las ciudades y con cierto componente (a veces) suburbial se ha convertido en los últimos años en una industria poderosa. En la actualidad son más de 30.000 personas las que trabajan en este sector. Poseer una chatarrería en España ha dejado de ser un negocio carente de atractivo para convertirse en un sinónimo de prosperidad y, dicho sea de paso, de lucha por la correcta gestión de residuos.
Historia de una transformación
Cierto es que en un primer momento, cuando el sector no estaba vertebrado y la práctica del reciclaje de metales no se contemplaba como actividad rentable, la figura del propietario de una chatarrería era la de aquel individuo trabajador que intentaba rescatar cualquier artilugio o pieza de metal resultante de los desperdicios de la gente. Pues bien, gracias a aquellos pioneros del tratamiento de metales para su reutilización, han surgido toda clase de pequeñas y medianas empresas que han recogido el testigo de sus padres y han adecuado sus negocios a las exigencias y oportunidades que pone a disposición esta nueva época. Situados en el contexto del cambio climático y las medidas alternativas de preservación de las materias primas, el negocio de la chatarrería se ha posicionado entre medias de las tendencias medioambientales y las industrias. Favoreciendo así su actividad y erigiéndose como uno de los tejidos empresariales necesarios para lograr el cambio hacia la sostenibilidad.
Se puede decir bien claro. Buena parte del entorno de la nueva empresa actual ecologista pasa por la chatarrería para la reutilización de metales, residuos y otras materias primas diversas. Un claro ejemplo de evolución y adaptación no solamente a los entornos corporativos actuales, sino también a las corrientes de pensamiento contemporáneas.
FECHA: a las 11:48h (243 Lecturas)
TAGS: Chatarrería
AUTOR: Recemsa