Cómo elegir el uniforme veterinario perfecto: entre funcionalidad y estilo

El control de la limpieza sigue siendo un criterio fundamental. Dado el contacto constante con fluidos y agentes biológicos, los uniformes deben soportar lavados a altas temperaturas y conservar su forma y color con el tiempo, reduciendo la contaminación cruzada, especialmente en cirugías o en atención de pacientes inmunodeprimidos.

Asimismo, no todos los entornos veterinarios son iguales. El vestuario debe ajustarse al ritmo y al entorno específico: una casaca ligera, con bolsillos amplios y cortes que favorezcan la movilidad, es ideal para la clínica urbana; un pijama cómodo y flexible se adapta mejor a largas jornadas; mientras que la bata sigue siendo indispensable en espacios que exigen protección extra.

La estética también ha ganado protagonismo: los tonos tradicionales han dado paso a diseños más modernos que refuerzan la imagen de marca, combinando tejidos transpirables, antibacterianos o antiestáticos. Clínicas y profesionales buscan uniformes que expresen cercanía, innovación o sostenibilidad sin sacrificar funcionalidad. Para explorar más sobre estas recomendaciones, visita Protecs.